Cuando caducan los cosméticos

Aunque los productos están protegidos de las contaminaciones accidentales y su calidad microbiológica es excelente, pueden perder todas las cualidades por una mala manipulación. La primera fuente de contaminación son los dedos que se introducen en el bote y pueden depositar en él todo tipo de microbios.

Una vez abiertos, los productos entran en contacto con el exterior y surge el riesgo de que se degraden. Según explica el dermatólogo Jorge Peiry, del Hospital Bellvitge de Barcelona, las dos causas principales para que un cosmético se estropee son la oxidación de alguno de sus componentes por contacto con el aire y el riesgo de una contaminación microbacteriana.

Sin embargo, los cosméticos están protegidos de las contaminaciones accidentales gracias a los conservantes que evitan su degradación. Pueden ser de tres tipos: antioxidantes, que retrasan o impiden la alteración de sus componentes; bactericidas, que luchan contra la proliferación de las bacterias; y funguicidas, para evitar la aparición de hongos. Su estabilidad está asegurada como mínimo durante 36 meses desde el momento de su fabricación y antes de abrirlo.

El efecto que causa un producto cosmético en malas condiciones nunca es igual para todos los consumidores, ya que los componentes deteriorados pueden provocar una reacción en una persona y ninguna en otra, según la sensibilidad de la piel. "Una persona puede tener un eccema o una dermatitis por ser más sensible a la oxidación de un componente que otra en la que no se producen efectos", señala el especialista.

Muchos cosméticos, una vez abiertos y en contacto con el exterior y bajo ciertas condiciones, pueden degradarse o volverse nocivos debido, por ejemplo, a la contaminación microbiológica.

Su conservación

Pero una vez abiertos, la duración de los productos depende en gran medida de las condiciones en que se usen –es imprescindible la higiene absoluta- y, en menor medida, del lugar en que se guarden.

Todo bote, frasco o tarro debe ser cerrado después de cada uso. Si no se hace así, el agua que contiene se evapora y el producto se oxida. En todo momento, los productos cosméticos deben estar alejados de los puntos de luz o de calor.

Si se abre un producto y se decide utilizarlos un tiempos después, lo mejor es guardarlo bien cerrado en la parte de debajo de la nevera. Es recomendable desechar un producto que se haya utilizado durante una enfermedad.

Imprescindible resulta tirar la barra de labios cuando se ha tenido una herida o los lápices y máscara de pestañas cuando se ha padecido un orzuelo o conjuntivitis.

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