Liposucción de piernas

Una de las intervenciones más solicitadas es la liposucción del miembro inferior y concretamente de caderas (las conocidas como pistoleras o cartucheras), cara interna de los muslos y rodillas.


¿En qué consiste la liposucción?
Existe una gran confusión dada la profusión de términos relacionados a los tratamientos de estas zonas: liposucción, lipoescultura, remodelación, etc. Podemos decir que la liposucción es la técnica y la lipoescultura el objetivo.
Lo que pretendemos es eliminar volumen de aquellas áreas que afean la figura, buscando una mejor definición del contorno corporal (lipoescultura). Para ello usamos unas cánulas especialmente diseñadas para romper y aspirar la grasa mediante vacío. La piel se despega completamente a nivel superficial para favorecer su posterior retracción.

La liposucción ultrasónica es un paso más allá y lo que hace la cánula es vibrar a muy alta frecuencia con lo que vaporiza la célula grasa y aspira al mismo tiempo.

Lo primero que hacemos es marcar las zonas a tratar, trazando unas líneas curvas muy similares a las usadas en los mapas geográficos, de forma que sepamos dónde hemos de aspirar más y donde menos. Al vaciar estas zonas pretendemos readaptar la piel al hueso y músculo subyacente. Al hacer una lipoescultura los objetivos son:

Redefinir la línea lateral de las caderas desde el abdomen, mediante la aspiración de zona lumbar, flancos y cadera.
Redefinir el pliegue glúteo para que sea más curvo y eliminar el pliegue horizontal que hace la nalga como caída.
Aspirar la cara interna del muslo y cara interna de rodilla, para crear una línea más natural y eliminar el contacto entre ambos muslos en la parte interna.
En algunos casos aspiramos también la pantorrilla y tobillo, para eliminar el aspecto recto de las piernas y redefinir las líneas curvas naturales.


El postoperatorio
Según el número de zonas a tratar se puede usar anestesia local, anestesia local y sedación, epidural o general. No es una operación muy dolorosa en el postoperatorio, siendo fácilmente controlable con los analgésicos habituales. Según el número de zonas tratadas y volumen extirpado la reincorporación al trabajo puede realizarse en unos pocos días.

Tras la liposucción realizo un tratamiento combinado de presoterapia (con una faja que se ha de llevar las 24 horas al día), masajes y drenaje linfático, ejercicio y según los casos, dieta. Todo ello va encaminado a favorecer la retracción cutánea, que ésta sea homogénea y a ayudar a perder un poco más de volumen de grasa. Lo habitual es que la paciente haya perdido 1 ó 2 tallas al mes de la operación.

¿La grasa extirpada vuelve a formarse?
No. Las células que hemos extirpado no se regeneran y la cicatriz formada en la zona tratada ayuda a que no se reproduzca la deformidad. Sin embargo, las células grasas son como almacenes y capaces de aumentar su tamaño. Si una persona engorda tras la liposucción también lo hará en las áreas liposuccionadas, aunque muchísimo menos que si no se hubiera practicado la liposucción.

También es falsa la afirmación de que la grasa "se mueve" y se engorda en otros sitios. Lo que ocurre es que el número de células en la zona aspirada es mucho menor y no puede engordar tanto como en las zonas no aspiradas.

En casos con gran flaccidez cutánea la liposucción no es una buena técnica, ya que después la piel no se retrae bien y aparecen irregularidades y pliegues. La lipectomia esta indicada en estos casos pero deja cicatrices grandes. Si no se quiere cicatriz, se puede intentar la liposucción pero se ha de aceptar que pueden quedar irregularidades en la piel.

La liposucción ultrasónica facilita la extracción de grasa. Siempre la combino con la liposucción convencional para realizar la lipoescultura.

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