Bolsas en los ojos, culpables de una mirada cansada

El contorno de los ojos es una zona extremadamente delicada, no sólo por que puede dañarse muy fácilmente sino porque es el signo más visible del paso del tiempo. Sí chicas, lo siento, pero con mirar a los ojos podemos saber qué edad tenemos. Afortunadamente, la cosmética y los cuidados generales han hecho posible que nuestros ojos mientan un poco a la hora de desvelar nuestra fecha de nacimiento y todas estaréis de acuerdo en que en este caso es una mentira piadosa altamente justificada.

La zona del contorno de los ojos se ve afectada por muchos factores. La falta de sueño, las grandes cantidades de humo, trabajar muchas horas delante del ordenador, utilización de cremas que no son específicas para esa zona de la cara. Una de las marcas de todo este maltrato son las bolsas en los ojos.

Se producen por un abultamiento bajo el párpado inferior y, cuando aparecen, nuestro rostro adquiere un aspecto cansado y muy aviejado. Hay dos tipos básicos de bolsas, las más comunes y que sufren hombres y mujeres de cualquier edad son las producidas por la retención de líquidos. Son aquellas que intentan ocultar nuestros ojos después de una noche de excesos o defecto de sueño y se producen, aunque suene a chiste, por la fuerza de la gravedad.

El segundo caso, que es el más grave y además permanente son las producidas por la acumulación de grasa entre la dermis y la epidermis. Suelen aparecer a partir de los 30 años y en esta ocasión los hombres no tienen ventajas, ellos también las sufren y padecen. En la mayoría de los casos son hereditarios, así que si tienes 20 años y tu madre y tu abuela tienen bolsas... ponte en lo peor. Primer caso, cuestión de gravedad

Al ser una zona muy delicada del rostro al dormir, por la presión, el líquido tiende a acumularse en esta zona y se abulta. Si este es tu caso, notarás que con el paso de las horas estas bolsas desaparecen, por lo cual, la mejor solución para evitar despertarnos con los ojos hundidos es dormir con una almohada más alta. Puede que en este caso sufra tu cuello pero sólo tú puedes elegir qué es lo que más te compensa o lo que es más inteligente: busca un punto intermedio.

Si necesitas con urgencia que desaparezcan las bolsas hay una serie de trucos caseros que te pueden ayudar. Todos ellos tienen la misma función y resultados parecidos, a ti te toca elegir con cuál te quedas. Son remedios que favorecen la absorción de los líquidos y como resultado de esta descongestión se baja la hinchazón. Uno de ellos es hervir en agua un puñado de sal y aplicarlo en una compresa de tela sobre los ojos diez minutos, también puedes hervir bolsas de té o manzanilla y aplicarlas frías o simplemente utilizar unas rodajas de pepino.

Segundo caso, mucho antes de la cirugía

En este caso, para eliminar las bolsas, hay un tratamiento bastante efectivo sin tener que llegar a la cirugía, la lecitina de soja; un líquido que se aplica en las bolsas y que hace que la grasa se derrita y se reabsorba en el flujo sanguíneo. Son necesarias entre 3 y 6 sesiones dependiendo de lo grandes que sean las bolsas y cada una de ellas dura unos 15 minutos. Después de aplicarlo pueden aparecer hematomas o alguna sensación de ardor pero es momentáneo. Los resultados son bastante efectivos y los expertos aseguran que podremos estar unos cinco años sin temor a que vuelvan a salir. Sólo tiene contraindicaciones para embarazadas y diabéticas.

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