Cómo hidratar nuestro rostro

La hidratación es un componente muy importante si queremos lucir siempre bellas. Una correcta hidratación refresca y relaja nuestro rostro aportándole toda el agua que necesita para lucir luminosa y flexible. Con unos buenos cuidados y constancia, conseguirás proteger tu piel de los ataques externos y dotarla de la vitalidad que necesita.

Lo primero que debes saber es que hay dos maneras de hidratarse: una desde el exterior, con las cremas hidratantes y otra desde el interior, bebiendo mucho agua. El agua es el elemento principal de la hidratación; por lo que uno de los actos más sanos que puedes realizar para cuidar tu piel es impregnarla de agua cuántas más veces al día, mejor. Si bebes mucha agua, estarás hidratando la piel por dentro. No olvides nunca sus efectos benéficos y su capacidad depurativa, pues es fundamental para el aspecto final de nuestro rostro.

Cometemos un error al pensar que, por el hecho de ser jóvenes, no tenemos necesidad de cuidar nuestro rostro. Al igual que todas las pieles, las jóvenes están también sometidas a las agresiones externas por lo que sería necesario buscar una buena hidratante desde la adolescencia.

Hidratar nuestro rostro, una rutina diaria

Todas las pieles necesitan hidratación, no sólo las secas. Las pieles grasas también requieren sus cuidados. El hecho de que exista una acumulación de grasa no conlleva que no esté propensa a la deshidratación. Lo mismo ocurre con las pieles mixtas, donde se presentan zonas grasas y secas que requieren buenos cuidados.

No pensemos nunca que el hecho de usar cremas lleva implícito un aumento de espinillas y granitos. Lo más importante es elegir un producto acorde con el tipo de piel que tengamos.
Hidratar la piel debe convertirse en un punto clave en tu rutina diaria. No debes dejarlo ni un solo día, ya que tu rostro se resentirá. Es importante hidratar la piel en todas las épocas del año, pero por efectos del clima, el sol y la humedad, existen unas épocas en las que el cuidado debe ser más intensivo, como el duro invierno.

Para hidratar la piel, basta con hacerse con un producto hidratante adecuado a nuestro tipo de piel y aplicarlo con regularidad. Recuerda que no sólo la piel del rostro necesita hidratación, sino que todo tu cuerpo la requiere. Pero también has de saber que no todas las zonas necesitarán el mismo tipo de crema, así que evalúa y decídete por el producto que más se adapte a tus necesidades.

El mejor momento para hidratar la piel es al final del día. Después de eliminar los restos de maquillaje con la leche limpiadora y realizar una perfecta limpieza de tu cutis, hidratar la piel se hace necesario, para que descanse suave, limpia y perfectamente nutrida, preparándose para la nueva jornada del día siguiente.

Muchas mujeres hidratan su piel justo antes del maquillaje. Esta es también una buena elección- siempre y cuando se hidrate también al término de la jornada-, ya que prepara el cutis para recibir el maquillaje y éste le agrede menos al comportarse la hidratante como una capa de protección.

Cremas hidratantes, todo lo que debes saber

El mercado ofrece una amplia oferta de cremas hidratantes, específicas para cada tipo de piel, que regulan las características básicas de cada tipo y le aportan la nutrición necesaria. Todas las cremas contienen agentes humectantes, que permiten a la piel empaparse de agua y así, rellenarse, eliminando momentáneamente las arrugas superficiales y recuperando un aspecto más transparente y luminoso.

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