Para el cuidado de la piel

Ya he comentado numerosas veces que la piel es muy importante, y tan importante es cuidarla de manera que se conserve suave, elástica e hidratada. Seguramente intentas cuidarla a la perfección, sin embargo, muchas mujeres están tranquilas porque creen que lo hacen bien, pero no es así, es mejor aclarar algunos aspectos para no cometer errores.


Te duchas y sales de casa con prisas
Es muy habitual que, antes de salir de casa te duches y te vistas y arregles con rapidez. Eso desemboca en que, con las prisas, al salir de la ducha no te das crema hidratante, ni corporal ni facial. Ésto es un gran error, ya que probablemente te estás duchando con un gel de ducha que no es adecuado para tu piel y la secan. Si no repones el manto hidrolípico de la piel, que está compuesto de grasa y agua, cada vez tendrá un aspecto más seco y con menos luz, menos brillante. Adquirirá todo el aspecto de una piel seca, agrietándose y volviéndose áspera. No cuesta nada ponerte crema hidratante después de ducharte, y antes de hacerlo asegúrate de secarte bien las zonas más escondidas de tu cuerpo, ya que el agua estancada puede llegar a producir hongos, desde entre los dedos de los pies hasta en los pliegues del cuello. Si no te da tiempo, dúchate un poco antes, date más prisa y deja unos minutos para hidratarte, en unos días se nota una gran diferencia. ¡Ah! Y no escatimes con la cantidad, cuánto más, mejor.

En verano te quedas en la ciudad, pero no te proteges del sol
También es un error muy habitual no ponerse protector solar si no estás en la playa. No hace falta mencionar que el sol quema tanto en la playa como en la ciudad, y da con la misma intensidad. Tendemos a pensar que no nos vamos a quemar en la ciudad, sin embargo, cuando hace calor solemos utilizar camisetas de tirantes y quien más, quien menos, faldas (más cortas o más largas)… prendas que no nos protegen en absoluto. Lo único que hay que hacer es ponerse protector solar de un factor más bien alto, y ponérselo hasta tres veces al día, ya que el hecho de sudar y el roce con la ropa hacen desaparecer los efectos del protector.

Lavarse la cara al salir de casa y olvidarse de la hidratante
Pasa lo mismo que con la hidratante de cuerpo, con la diferencia que la cara está siempre visible y expuesta al sol, por lo que el envejecimiento prematuro aparecerá muy pronto. La solución: hidratante cada mañana y cada noche después de lavarte la cara.

No comer ni frutas ni verduras
Es un gran error e influye en gran medida a las capas más externas de la piel. Estos alimentos tienen unas determinadas vitaminas que, junto con el agua, hidratan la piel completamente. Si privas a tu cuerpo de fruta y verdura, privas a tu piel de poder estar hidratada, así que empieza a cambiar tu dieta.

Usar aceite solar para ponerse más morena
Usar aceite solar para atajar el camino hacia el bronceado perfecto es casi tan malo como exponerse al sol sin protector solar. Además, muchas mujeres aprovechan su estancia en la playa para ponerse muy morenas en muy poco tiempo, por lo que están muchas horas seguidas al sol y además las más intensas del día.
El cáncer de piel está a la orden del día, así que no hay que jugar con esas cosas: hay que usar un protector solar de factor alto, sobre todo al principio. Además, no sólo por el cáncer, sinó porque esta práctica deriva en que salen manchas en la piel difíciles de eliminar, además que es muy posible quemarse.

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