Secuelas de la Anorexia Nerviosa

Son muchas las alteraciones orgánicas que pueden quedar en forma permanente como consecuencia de un trastorno alimentario severo.
Las secuelas de la anorexia nerviosa son tanto más frecuentes cuanto mayor ha sido el tiempo de evolución de la enfermedad.

Lamentablemente se ha comprobado que la tasa de mortalidad se incrementa ostensiblemente luego de transcurridos cinco años de enfermedad, siendo infrecuente en las etapas iniciales; de ahí de la importancia de la detención precoz de estos trastornos para no demorar el tratamiento.

Secuelas cardiovasculares de la anorexia nerviosa
Arritmias: extrasístoles supraventriculares y ventriculares, bloques de ramas H. De Hiss.
Bradicardia.
Disminución del tamaño cardiaco: corazón "en gota".
Prolapso de válvula mitral: según el grado de severidad, es una de las causas principales de muerte súbita, junto con las arritmias producidas por otros mecanismos.
Hipotensión.
Cierto grado de insuficiencia cardiaca.
Secuelas endocrinológicas de la anorexia nerviosa
Ovarios poliquísticos: esterilidad, acné severo, incremento del vello, alopecia androgenización.
Osteoporosis (disminución de la densidad ósea): tendencia a las fracturas patológicas.
Déficit de hormonas tiroideas: con la consecuente disminución del metabolismo basal.
Trastorno en la regulación de la producción de insulina: curvas anormales de tolerancia a la glucosa.
Secuelas dermatológicas de la anorexia nerviosa
Alopecia (caída del cabello): miniaturización de los folículos pilosos, cabello fino, ralo y quebradizo.
Acné tardío.
Piel pálida-amarillenta y seca: con tendencia a la ruptura de vasos capilares (arañitas).
Secuelas digestivas de la anorexia nerviosa
Síndrome de mal absorción por "intestino liso": hay una gran disminución en la superficie absortiva intestinal lo que conlleva fundamentalmente a déficit minerales (hierro, calcio, magnesio y zinc) y polivitamínicos.
Alteraciones en el ritmo evacuatorio: diarrea, constipación.
Reflujo gastroesofágico: debido a la alteración permanente del esfínter esofágico inferior provocado por los reiterados vómitos autoinducidos.
Ulcera gastroduodenal: gastritis crónica.
Secuelas hematológicas de la anorexia nerviosa
Déficit de leucocitos (glóbulos blancos): lo que determina mayor propensión a las infecciones. Muchos pacientes presentan alteraciones inmunológicas similares a las del SIDA.
Anemia difícil de revertir: con tendencia a la cronificación.
Trastornos en la coagulación sanguínea: déficit de plaquetas.
Secuelas nerviosas de la anorexia nerviosa
Anomalías electroencefalográficas.
Atrofia de determinadas áreas cerebrales, a expensas de dilatación ventricular, afortunadamente suele ser reversible con la recuperación nutricional.
Psicosis.
Secuelas psiquiátricas de la anorexia nerviosa
Depresión endógena.
Neurosis-Psicosis maniaco depresiva.
Estudios han demostrado que también se ha detectado en pacientes con anorexia nerviosa de bajo peso que aparece una disminución de materia gris en el cerebro y un aumento del volumen de liquido cefalorraquídeo. No obstante, se ha comprobado que cuando se normaliza el peso de estos pacientes no ocurre lo mismo con la materia gris y la alteración perdura a lo largo del tiempo. El experto ha recordado que se trata de datos preliminares, pero, en opinión de algunos investigadores, podrían explicar las alteraciones cognitivas de la paciente anoréxica.

Asimismo, en los afectados existe una alteración del esquema corporal que es uno de los signos principales de la enfermedad, junto con la negación de la importancia que tiene la disminución de peso y la desnutrición. Por eso, no son conscientes de las complicaciones que acarrea su trastorno, lo que dificulta que sigan un tratamiento farmacológico.

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